Nacimiento
de Indira
Indira llegó
para revolucionar mi mundo. Me cambio la cabeza, me dío la fuerza y el coraje
para hacerme respetar y aprender a tomar mis propias decisiones. Ella es mi
tercer hija, con mis otras nenas tuve embarazos
divinos y partos en institución, con todas las intervenciones incluidas:
Hamilton, goteo, rotura de bolsa, tactos reiterados, Kristeller… de lo único q
zafé fue de la episiotomía.
La nueva
integrante llegó justo cuando estaba haciendo la formación de doula, por lo q
esta vez tenia información de sobra; me leí todo, me informé para tener
argumentos a la hora de plantear mi postura a los médicos, me contacté con
grupos de parto respetado y crianza, me uní a tribus de mujeres, en síntesis me
rodee de energía femenina.
Empecé a
atenderme en la clínica Ima de Adrogue con la dra Garcea, por diferencias a la
hora de plantearle mi plan de parto, a los 5 meses, la cambie por el dr Moresco.
Él era un amor, siempre respondía mis preguntas y me alentaba a que iba a poder
tener un parto natural en la clínica. Pero algo me hacia ruido… A medida que se
acercaba mi fecha, a mi me daba más miedo tener un parto en institución. Así
que empecé a averiguar sobre el parto en casa. Por más que era lo que más
deseaba, no lo creía una opción, porque tenía entendido que el valor era muy
elevado. Pero con averiguar no perdía nada. Me contacté con Marina Lembo y ella
me recomendó a dos parteras que trabajaban con ella y que son de zona sur:
Belen Beherens y Gisela Bonacalza.
Sin
pensarlo me reuní con ellas y me dí cuenta que no había vuelta a atrás, “ eso”
era lo que yo quería. El tema económico era charlable y se podía llegar a un
arreglo, no tenia excusa, todo se estaba dando
a mi favor!
En la última
eco, le comunique a mi obstetra que había un cambio de planes. Él respeto mi
decisión y acepto de buena manera ser mi plan B
Las ultimas
semanas transcurrieron en paz y tranquilidad, anidando, conectándome con mi
cuerpo y mi beba.. Los controles con las parteras eran cada 15 días, y entre
mates y charlas, me despejaban las dudas..
El día
anterior a mi fpp, empecé con contracciones fuertes, pero espaciadas e
irregulares. Así estuve todo el día, iban y venían cada tanto. A la noche
cuando nos acostamos, empezaron a venir cada 15 minutos bastante fuertes… Pasé toda
la madrugada, dormitando entre contracción y contracción. Hasta que a las 4 am
los tiempos se empezaron a acortar y comenzaron cada 10 minutos y mucho mas
intensas. Me levanté y llamé a mi mamá, quien iba a acompañarme en este momento
tan importante y también llamé a Belen ( partera). Mi mama llegó a las 5 am con
mi hermana ( que se iba a encargar de cuidar a las nenas) y ya el dolor era
inmanejable, pasé de intervalo de 10 minutos a 5¨ y después 3¨en menos de 1
hora. Llamaron de vuelta a las parteras para decirles que se apuren, que las contracciones ya eran de
parto, en ese momento fui al baño y perdí el tapón. Mi marido a todo esto, iba
y venia limpiando, poniendo la estufa y preparando todo. A las 6.30 am llegaron las parteras, yo ya
estaba en otro plano, no sabia muy bien que pasaba a mi alrededor, estaba
sentada en una silla al lado de la cama. Sentía como mi cuerpo se abría,
cambiaba y se transformaba. Lo único que
me salía era vocalizar con la A
( sin haberlo hecho nunca) cada vez que el dolor se hacia insoportable.
Mi mama (
que oficio de doula), me abrazaba , me sostenía y me ponía paños fríos en la
frente, porque yo no paraba de transpirar. En unos de los momentos en que volví
a la realidad, escuche que las nenas se habían levantado y estaban jugando en
la cocina con mi hermana; y la mas grande decía : Mama parece q esta cantando!
Las chicas
entraron a la habitación y me dijeron que me tenían que poner la vía para
pasarme el antibiótico, pq me había salido positivo el estrepto.Pero como siempre
me pasa, no podían encontrarme la vena. Tras varios intentos fallidos, me
pidieron que me acostara en la cama para que sea más fácil colocarla. Como pude
me incorporé y me acosté en la cama , no podía ni moverme porque la panza
estaba completamente dura todo el tiempo, no aflojaba. Cuando Belen me va a
intentar poner la vía, le digo: No! Tengo ganas de pujar!! Me acomode medio en cuclillas, medio
arrodillada, y Gise se coloco atrás mío para sostenerme y Belen a los pies de
la cama, solo observaba. Estábamos a oscuras, por lo que cada tanto alumbraban
con una linterna. Nunca me tactaron, ni
me dirigieron los pujos, solo dejaron q
fluyera.
En cada
contracción comencé a pujar, era increíble como me aliviaba hacer fuerza.
Sentía como ella bajaba, como estaba ayudando a nacer. El cuerpo y la
naturaleza es sabia, y entre las contracciones, el intervalo era largo, dejando
que yo descanse y recupere energías para la recta final. En el tercer pujo
sentí que ya venía con un grito salvaje
y mamífero, salio la cabeza, y con lo ultimo que me quedaba de fuerza puje para
q salga el resto de su cuerpito. Cuando voy a tomarla en brazos, veo que Indira
esta dentro como de un huevo color ámbar. Había nacido con la bolsa intacta,
enmantillada, Belen la abrió y yo la tome y la puse en mi pecho. Todavía tengo
la sensación de ella húmeda y calentita sobre mi. Estaba perfecta, no lloró, yo
creo q no se había dado cuenta que ya estaba con nosotros. Enseguida se prendió
a la teta, y ahí se quedó piel a piel durante horas. Peso 3,240kgrs y midió 47
cms, vino con rollitos incluidos.
Mi hermana inauguro
el nacimiento cortando el cordón cuando dejo de latir. A los 40 minutos salió
la placenta, entera y sin ninguna complicación..
Fue
maravilloso, la parí YO sola, con el apoyo de unas mujeres increíbles,
respetuosas, que confiaron en mi cuerpo, y en la naturaleza de la mujer de
parir sin ayuda alguna..
Fue un
parto soñado, intimo, rápido pero intenso. Fui conciente de cómo el cuerpo de
preparaba para dar a luz a mi hija. Por primera vez, fui protagonista, lo viví,
lo palpé, lo transité, a su tiempo, sin apuro.
No
encuentro palabras para describir lo que se siente PARIR CON PODER.