miércoles, 11 de septiembre de 2013

danza! la femenidad consiente!

 
 
 
 
Los Beneficios Físicos Danza del Vientre Consciente
Los movimientos de la danza del vientre son muy orgánicos para el cuerpo de la mujer. No van nunca contra el cuerpo, sino siempre a favor de éste. Se practican desde la ausencia de tensión interna en un estado de relajación física y emocional. Al practicar esta danza la mujer conecta con un código interno que ya conoce, sólo tiene que recordarlo. Es un código inscrito en nuestro cuerpo, compuesto de unos movimientos muy agradables de hacer, muy femeninos y muy naturales.
Al empezar el aprendizaje de esta danza hemos de partir de la observación de nuestro cuerpo, tanto desde un punto de vista interno como externo. Hemos de acercarnos a él sin prejuicios ni ideas preconcebidas.
La relajación de la musculatura contribuye enormemente a disolver nudos musculares, contracturas y tensiones, aliviando los dolores y las limitaciones en el movimiento. Automáticamente la persona se siente mejor, ya que descubre las verdaderas posibilidades de su cuerpo. Deja de sentirse limitado y empieza a experimentar con el movimiento.
El calentamiento del cuerpo pasa por la movilización de las principales articulaciones del cuerpo, como los hombros, las muñecas, las caderas, las rodillas, los tobillos y el cuello. De esta forma, el cuerpo va recuperando poco a poco su flexibilidad y su movimiento natural, la rigidez se va soltando y la persona comienza a sentirse más flexible y más ágil, menos limitada.
La danza del vientre se basa, principalmente, en movimientos de cadera, manos, dedos, muñecas, torso y hombros que, por lo general, son las articulaciones más afectadas por las enfermedades óseas actuales, y que se derivan de la rigidez y del bloqueo energético causado por las distintas disfunciones psíquicas y emocionales o por las malas posturas adquiridas en las profesiones de hoy en día.
La danza  es una “correctora nata” de la alineación de nuestra espalda. Para bailar la danza del vientre es imprescindible “encajar” la cadera, es decir, traer el centro de rotación de la pelvis a su sitio.

Nuestra columna es nuestro soporte físico en la vida; es la que nos lleva y la que nos sostiene, la que nos aporta la estructura física necesaria para vivir y para movernos, para manifestarnos en el plano físico. Para funcionar tiene que estar bien cuidada y todos sus componentes tienen que estar bien encajados. Es todo un engranaje de piezas y elementos que empieza desde abajo, desde el coccis, situado en la pelvis.
Los ejercicios de estiramientos están dirigidos a lograr una correcta alineación de la espalda, trabajan la verticalidad del cuerpo y refuerzan la musculatura adyacente a la columna, dotándola de fuerza y sujeción.
La Autoestima.
Se trabaja el posicionamiento, es decir, los pies firmemente plantados en el suelo abiertos al ancho de las caderas, que nos posiciona en el mundo y determina lo que podemos o no podemos hacer  (nuestro cerebro reptil). Al posicionarnos en nuestro cuerpo sentamos las bases de la confianza, ya que sentir que puedo es la confianza en uno mismo y nos da autoestima.
La toma de Conciencia Corporal

Gracias a la técnica de la disociación, que permite disociar cada una de las partes del cuerpo del resto, la persona vatomando conciencia poco a poco de que tiene “hombros”, “pecho”, “cadera” etc. a la vez que va soltando la musculatura y liberando tensiones.  Empieza a relajarse y a sentirse bien.
La disociación permite conectar con el cuerpo al disociar cada parte del cuerpo del resto, de una forma lenta y progresiva.
Relajación y tonificación muscular: Firmeza y Flexibilidad

La relajación de la musculatura contribuye enormemente a disolver nudos musculares, contracturas y tensiones, aliviando los dolores y las limitaciones en el movimiento.  Automáticamente la persona se siente mejor, ya que descubre las verdaderas posibilidades de su cuerpo. Deja de sentirse limitado y empieza a experimentar con el movimiento.
El calentamiento del cuerpo pasa por la movilización de las principales articulaciones del cuerpo, como los hombros, las muñecas, las caderas, las rodillas y los tobillos. De esta forma, el cuerpo va recuperando poco a poco su flexibilidad y su movimiento natural. La rigidez se va soltando y la persona comienza a sentirse más flexible y más ágil, menos limitada.
La Conexión a Tierra a través de la Danza del Vientre Consciente
Los movimientos de rodillas, pélvicos y de la cadera conectan a la mujer con la tierra, proporcionándola la sensación de estar enraizada.
En el paganismo, el elemento tierra en el ser humano es el cuerpo y sus sensaciones, y se desarrolla teniendo los sentidos conscientes (oler, sentir, ver…). Representa la capacidad de experimentar el placer en el cuerpo físico.
La Energía Telúrica o Sexual
La energía telúrica o sexual es nuestra energía vital, la que nos hace estar vivos. Entra por nuestros pies, regidos por el primer centro energético o chacra, cuyo color es el rojo.
Se desarrolla a través del movimiento y de la respiración y está presente en los sentidos: ver, oler, tocar y sentir. Es muy importante que haya algún tipo de movimiento en la persona, ya que de lo contrario la persona se acaba “embotando”, atontada y sin sentir. El movimiento nos trae al presente, al “aquí y ahora”, ya que nos saca de la mente y de los pensamientos. Nos trae al sentir, a las sensaciones y nos conecta con nosotros mismos.
La energía sexual no encarnada es apresada por la mente, lo que nos aparta automáticamente de la realidad e impide “poner pies” a  nuestros proyectos vitales.
  1. La Importancia de la Respiración
La tierra necesita el aire para equilibrarse, o lo que es igual, el cuerpo necesita la respiración para relajarse, para soltarse.
La danza del vientre trabaja desde la relajación, nunca desde el esfuerzo, que genera tensión muscular. Todos sus movimientos requieren una toma de conciencia de la respiración y de un patrón de respiración que lleva a la persona a relajarse, para, desde ese estado interno, conectar con su cuerpo y con lo que siente. Sus movimientos son generados desde un estado de relajación muscular que permite que la energía pueda circular libremente por el cuerpo al estar éste relajado y sin tensiones, lo que aporta una sensación de ligereza.

  1. Los Beneficios emocionales de la danza del vientre consciente
7.1.        Danza y las Emociones
El cerebro tiene dos hemisferios, el izquierdo y el derecho. En el hemisferio derecho residen la intuición, los ritmos internos, el color, el inconsciente y la imaginación. En este hemisferio están, también, las EMOCIONES.
Mientras nos movemos no pensamos, luego el hemisferio izquierdo, el pensante no está activo. El movimiento nos conecta con el otro hemisferio, con el derecho, que es nuestra mente emocional. Al movernos se activa este hemisferio y empezamos a sentir emociones o estados de ánimo. También se despiertan sensaciones al liberarse unas hormonas, las endorfinas, que producen sentimientos de bienestar, y que potencian nuestro estado de ánimo positivo (optimismo). Empezamos a sentirnos bien, con ganas de divertirnos, de jugar y de compartir. Todo lo que sentimos comienza a expresarse con el cuerpo a través del movimiento, produciéndose una liberación de emociones y un desbloqueo de la energía atascada a consecuencia de no haber podido expresar nuestras emociones. El movimiento permite desbloquear estas acumulaciones de energía, y liberar las emociones asociadas que se han quedado atascadas a nivel celular en determinadas zonas del cuerpo, produciéndose una sanación tanto física como emocional. El movimiento sana la mente y el espíritu es un dicho muy común que tiene su fundamento.
La expresión de nuestras emociones pasa necesariamente por el cuerpo. Al posicionarnos en él, las emociones encuentran un cauce para manifestarse. El cuerpo es materia, y ésta nos aporta solidez y seguridad. Es el elemento Tierra de la Creación, es la Energía Femenina. El cuerpo es un vehículo de expresión emocional. Se expresa con arte mediante el movimiento. Al conectar con tu cuerpo comienzas a sentir cosas; son sensaciones que te conectan con el aquí y ahora, con el presente. A través del cuerpo te comunicas contigo misma; es como si se tirara un puente entre lo que haces y lo que sientes.
El cuerpo siempre se ha considerado como la expresión física del vínculo existente entre el mundo interior y exterior: Está diseñado para el movimiento y éste es tan natural e importante para la vida como el respirar. El movimiento equilibra, sana, despierta e infunde una energía psíquica que se transforma en fuerza y conocimiento.
Se sabe que desde hace años la danza existe como terapia; es más, desde el principio de la vida del ser humano la danza ha sido una terapia, por no decir una forma de expresar, comunicar, de crear y de vivir. Al bailar, la mente reacciona a un nivel más profundo e instintivo. Permite que los pensamientos de todos los días se pierdan en el ritmo de la música. Cuando la danza toma el mando, todas las restricciones y las inhibiciones de la mente consciente desaparecen. La danza es el arte del cuerpo, la expresión del ser interior a través de la conciencia del propio cuerpo y del espacio que éste ocupa.
Los beneficios Psíquicos y Emocionales de la danza del vientre son múltiples.
A nivel psicológico se ha comprobado que la práctica de esta danza ayuda a mejorar la Autoestima de la mujer, o a restablecerla más rápidamente cuando se ha perdido.
La Confrontación con el espejo
La primera dificultad a la que se enfrenta la persona cuando empieza a tomar clases de danza del vientre es la Aceptación de su cuerpo. Para practicar esta danza es necesaria la exposición de toda la zona del torso y de las caderas para poder verlas y reconocerlas. Posteriormente la persona también aprenderá a tomar contacto con ellas y a sentirlas.
Poco a poco, la mujer aprende a reconocer su cuerpo, a aceptarlo y a quererlo. Al trabajar el cuerpo junto a otras mujeres, descubre que la energía femenina está en todas, que nadie es mejor que nadie y que somos todos iguales. No hay lugar para los complejos. La Autoaceptación se refleja inmediatamente en la aceptación del otro, creándose un clima de camaradería y de complicidad que favorece la aceptación de lo que una es, eliminándose, poco a poco, la comparación y la competitividad tan características de los ambientes más “masculinos”. Aprende también a “amar sus curvas”, lo que sana el elemento Tierra. A través del baile y del juego la mujer la mujer va conectando con su verdadera esencia femenina, va perdiendo el miedo a sentirse, y sobre todo, a mostrarse “vulnerable” porque siente. Va conectando con su energía más primaria, la energía sexual o vital que la lleva a sentir una serie de sensaciones físicas o corporales; poco a poco se va permitiendo sentir estas sensaciones, y se va relajando en ellas, compartiendo y compartiéndose a sí misma con otras mujeres. Descubre que no hay nada que temer, que no hay nada “malo” en sentir lo que siente, en mostrarse sensual ante sí misma y ante otras mujeres. Es otra forma de comunicación: es la comunicación del cuerpo, de la materia, de las sensaciones. Es como volver a la infancia: te retrotraes a la edad infantil, cuando jugábamos con otras niñas y nos mostrábamos sin pudor y si vergüenza, y nos expresábamos de forma espontánea y en libertad. Se recupera, así, la inocencia y la frescura de la niña que se expresa libremente ante los demás y explora quién es y lo que siente, para, a partir de ahí, descubrir sus propios límites.
Refuerzo de la Autoestima
La toma de conciencia corporal te conecta inmediatamente con la Autoestima, ya que te lleva al cuerpo, al aquí y al ahora. Te sitúa en el presente, en la Tierra. Te serena automáticamente, al no estar presa de la corriente de pensamientos o del torrente emocional. Te devuelve al cuerpo calmando nuestros estados de ánimo generados por un desbordamiento mental o emocional.
Hay que ir al cuerpo, que es la base, el fundamento.
A través del cuerpo se conecta con el hemisferio derecho del cerebro, el sensitivo, que a su vez libera hormonas como la endorfina, también conocida como la hormona de la FELICIDAD: la persona siente inmediatamente una sensación de relajación y de bienestar: Se siente más receptiva, más abierta a los demás, con ganas de disfrutar y de compartir. Se crean así unos lazos emocionales antes inexistentes, que aportan una sensación de pertenencia, de formar parte de algo, generándose un sentimiento colectivo de unidad.
A través de la conciencia de nuestra columna vertebral conectamos con una sensación interna de presencia, de “estar”, de “ser”, transformándose la relación con la otra persona. Se entabla, así, una relación más equitativa o igualitaria, de tú a tú y no desde los complejos de inferioridad o de superioridad.
 
 
 

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